Ser artista marcial es como ser el viajero que avanza por una montaña...
"Ser artista marcial es como ser el viajero que avanza por una montaña, una montaña de conocimientos. Desde lejos nos atrae su belleza y nos impulsa a acercarnos e iniciar su escalada; con el tiempo comprobamos que el progreso es lento, trabajoso y lleno de molestias y dolor, aunque mientras disfrutemos del viaje.
Cuando, por fin, llegamos a lo que creíamos que era la meta (el ansiado cinturon negro) nos damos cuenta que en realidad estábamos avanzando sobre una loma que estaba en la falda de la verdadera montaña, y que esta es mucho más escarpada de lo que creíamos, ahí es donde abandonan muchos, pues se contentan con las pequeñas vistas que ven desde allí, que gran error. Los pocos que continúan la ascensión comprueban que según avanzan más penosa es la evolucion, que cuesta cada vez más el avance, pues cada vez es más tortuosa y empinada la cuesta que paulatinamente se transforma en pared rocosa que dificulta cada vez más la ascensión. Sufrimos y no cejamos y, de vez en cuando, disfrutamos de las vistas que podemos ver según ascendemos, comprobando que cuanto mayor es el avance más alcanza nuestra mirada y cada vez es más clara la comprensión de la montaña y del paisaje. Llegará un momento en que ya no importará llegar a la cima, solo importara el viaje, la ascensión y la belleza. Cuando llega esa comprensión y esa serenidad es cuando se llega a la maestría, tan sólo otro paso en el Camino. Ánimo, aún queda mucha montaña que explorar". - F. Javier Hernández.